Una silueta... Su silueta...
Mil última visión, mi último recuerdo....
El morado intenso de esa camiseta,
sí, ya sabes cuál, esa que tanto me gusta....
Mm.. Esa última tanda de preguntas absurdas,
nunca lo supiste, pero no tenían ninguna lógica,
o tal vez sí?... Ni siquiera yo lo supe.... ¿Qué más daba?
Yo solo quería saber de ti algo más, por absurdo que fuera...
Última tarde.... No quiero, pero no puedo evitar recordarte...
Aquellos últimos besos fueron los más hermosos, tal vez los más dulces....
Aun así, solo quedó en mi mente aquello,
aquel último recuerdo,
la curvatura de tu espalda,
el hueco de tu clavícula,
tu cuello.....
Tal vez tu cuerpo,
hace ya mucho tiempo,
hubiera sido algo así como
la escalera que llevaba más alto,
puede que fuera en alguna vida,
aquel último peldaño en la escalera del Olimpo....
Tú, toda tú...
Completa o incompleta,
solo tú....
Tú olor, a galletas, a golosinas y a hierba, recuerdas?
Mezcla extraña...
Pero y eso importaba?... No, nunca importó...
Por un segundo,
en aquel instante,
perdí por completo,
la noción del tiempo,
olvidé que era un reloj,
y me deshice ante la lluvia de tus labios....
Segundos eh?
Sin duda alguna,
los segundos quedan infravalorados...
Hay segundos que valen una vida,
segundos inolvidables,
segundos que cambian a la gente,
segundos que te hacen madurar,
segundos que enamoran,
segundos que te enamoran,
segundos en los que te enamoras....
Alguna que otra vez creo que haber dicho ya,
que no hacemos caso al tiempo,
no por lo valioso de lo que tarda en pasar,
si no por que luego olvidamos con demasiada facilidad,
lo importante que fue un tiempo,
en un momento,
tal vez un segundo perfecto...
Mi segundo perfecto fue sin duda,
aquella tarde en la que me miraste,
aquella tarde en la que te miré...
Daría mi vida entera,
por no borrar jamás aquel segundo....
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