que divaga eterno
por tus costillas...
Oh! sirena mía,
dime, cuándo volverás a mis orillas...
No ves que sin ti las olas vienen de espuma vacías,
que eres tú, la única cura a mis heridas...
Ven princesa mía,
devuelvele al palacio el brillo que tenía
vuelve con tus ojos de mar
y tu dorada cabellera,
vuelve a mi cama, sirena,
que te espero sin cesar,
vuelve a mis noches de borrachera, vuelve,
que mis sábanas te envuelven todavía,
que aunque no quieras,
eres mía...
Que aun te extrañan,
princesa gata,
todas mis esquinas...
[Para quien jamás ha vuelto...]
1 comentario:
Y quizás no vuelva... son cosas de la realeza. Princesas, caballeros, ... todos ellos se marchan sin decir adios ni hacia donde se dirigen...
Publicar un comentario