
Mirando a ninguna parte, un día, como si no pasara nada... Te encontré y ni te vi, no sabía ni que existías, pasaste desapercibido para mi...
Pero te vi... No sabía ni que existías pero estabas ahí... Ahí estabas... Me mirabas, te miraba, y en este andar eterno entre nuestras miradas, vi por fin, quédandome alucinada, esa maravillosa luz que desprendía el verde de tus miradas... Ese prado infinito axpensas de todo lo que te molesta, esa manera verde de mirarme... Esa rasgada sonrisa que no dice nada... Esa transparencia que te persigue... Esa verde mirada, a veces triste, a veces cansada... Esos ojos verdes, que me tienen encandilada....
Lástima es que... Por desgracia todo es soñado, y que desgracia es la mía saber que no estás a mi lado, que jamás vi tus ojos verdes, que nunca te he mirado, que no sé si existes, pero en mis sueños te he encontrado, que me persigues a veces, que no sé si me estás espiando... Que te odio demasiado, porque no eres de este mundo, y yo de tus ojos verdes, como una niña me he prendado...